lunes, 15 de febrero de 2021

 SAN VALENTÍN, EL ENAMORADO 

            Yo quería escribir toda suave y modosita sobre San Valentín y contar su enamoramiento de la hija del juez de la prisión en que Claudio II lo recluyó antes de ordenar que lo decapitaran, por andar casando a los soldaditos a escondidas. 

            Quería escribir de las rosas rojas y los chocolates, clásicos regalos del Día del Amor y la Amistad. Quería. Pero dejé pasar un día...

            Quería escribir de que manera las Lupercales, las fiestas paganas de Roma, cuando se sacrificaban perros y cabras, con cuya piel se hacían látigos y se azotaba a las mujeres "para que fueran fértiles", se convirtieron en el Día de San Valentín, (celebrado por primera vez el 14 de febrero de 494 D.C.) y contarles de que forma la mercadotecnia logró que tal fecha fuera superarchiguau, ofertando sopetecientos artículos para que los enamorados se gastaran alegremente la quincena en un sólo día.

            Pero me es imposible.

            Porque, por culpa de mis libros de Historia, se que durante las Lupercales los jóvenes adolescentes asumían el papel de lobos y vivían así, en el bosque, para alcanzar su mayoría de edad. Lobo: lupus.

            Y espero no ser la única persona que se ha dado cuenta de que estamos en plenas Lupercales: " Homo homini lupus", donde "el hombre es el lobo del hombre".

            Es la temporada de afilar las garras, afilar la lengua en la diatriba, atacar, fieramente, a quien está enfrente. Desgarrar reputaciones. Afilar los colmillos para devorar a quien "se me oponga".

            Estamos en temporada alta, (así se dice en las cacerías), de pre-candidatos y, pronto, de pre-campañas para los comicios del próximo 6 de junio.

            Estamos en temporada alta.

            Estamos mirando, todos los días en los medios de comunicación, de qué manera aquello de : "Homo homini lupus", continúa vigente como hace sopetecientos años.

            No sólo son los "pre-candidatos". También son los "pre-candidotes". Aquellos que sueñan, pero sólo sueñan, en que por favorcito, por amor de Dios, es que ya me toca, hombre. Que ya me toca. No saben leer ni "escrebir", pero sueñan. Ni modo.

            Me he cansado de repetir, y mis tres lectores y medio seguramente están hartos de la iteración, de que, en este momento, un altísimo porcentaje, (quizá hasta un 70%) de los actuales legisladores locales y federales, de todo el País, son "analfabetos funcionales".

            Saben firmar la nómina, ¡eso sí!. Y las cuentas de viáticos también.

            Y, para nuestra desgracia política, social, económica, de salud y otras madres, de la División de Poderes Constitucionalmente establecida, (Legislativo, Ejecutivo, Judicial), el Poder Legislativo es el de mayor trascendencia: allí, donde las Leyes se atoran o se deterioran hasta la ignominia. (Gobernador de Palacio Nacional, por ejemplo).

            -"Al ratito llegan las vacunas para los mexicanos que la harán de 'conejitos de Indias'

            Si. Me regaño yo solita y me repito: estamos en plenas lupercales.

Y al ratito llegan las "carnes tolendas", o séase, el Carnaval virtual.. 

            Pero yo confío en usted. Y usted debe confiar en su amigo el de junto. Y los dos deben confiar en el otro amigo y contarles la Historia. (Quien sabe Historia no repite los errores).

            Regale usted rosas y chocolates a su amor. A sus amigas. (A los amigos, un botellín de buen Ron cordobés, por favor y me incluye).

            Pero no se le olvide que seguimos en las Lupercales. No se crea todo lo que le cuentan. Mejor investigue.

            Y, por favor, no sea usted el lobo para el hombre, como los sociópatas que nos tienen en las deleznables condiciones en que estamos.

            Porque de usted depende, el 6 de junio.

            Más le vale no equivocarse. No afile las garras. Afile el intelecto.


martes, 9 de febrero de 2021

 

LOS REFRITOS

            Pone usted, suavemente, una cucharada mediana de mantequita de cerdo en el sartén, le agrega un cuarto de cebollita picada finamente y agrega los frijoles recién cocidos, los plancha alegremente durante un buen rato, hasta que los deja hechos talco, a fuego muy manso: si tiene paciencia, logrará unos frijolitos refritos, de esos conque se rellenan los pambazos, los emparedados de jamón y queso, los frijolitos refritos con los que se hacen los "huevos tirados" que les fascinan a mis nietos y otras maravillas de la gastronomía mexicana. De rechupete. (También se pueden moler en la licuadora. Pero la "licuadora" es ahora una palabra que da mucho miedo. Mejor con la cucharita de peltre, le digo). 

             Pero, ¡por favor!, ¡no me pongan ustedes "refritos" en las boletas de las próximas elecciones del mes de junio!... ¡Por favor, nada de "refritos"!

            Cuando digo "refritos", me refiero con toda falta de respeto a los "mismos nombres" de hombres, mujeres y otros géneros que no conozco, pero que no me molestan, que "buscarán ganar las elecciones y sacar a los "transformers" de la jugada". ¡Por favor!...

            ¡Nada de "refritos"... Y, en este caso, los refritos no sólo son los frijolitos: los refritos son aquellos que han pasado por la sartén política y se han tatemado alegremente y han hecho el ridículo total: no los "refritos" recién hechos, sino los que, elección tras elección, se presentan "con sus mejores galas y hasta se peinan", para "ora sí, compadre, ái la llevamos y ya verás como ganamos", y nos resultan diputados que no saben leer, diputados que llegan a caballo a las Cámaras, diputados chapulines que brincan de partido en partido y al otro partido y nos parten la madre política, alcaldes herederos de los viejos caciques, alcaldesas que no leen, fíjese usted, síndicos que confunden su nombramiento con la palabra "cínico", regidores que no tienen la menor idea de lo que implican sus tareas, analfabetos funcionales y cosas peores, que las hay.

            Ya se ha logrado, esto sí dicho con todo respeto, "El Arca de la Alianza", (puerta del cielo, estrella de la mañana, etcétera"). La alianza de diversos partidos para enfrentar un voto comprado con vacunas y con los dineritos que se ganan los "siervos de la Nación", (nombre que a Morelos lo tiene revolcándose de rabia en la tumba), esos a quienes he visto avisándoles a los viejos "que su dinerito se los pagarán la próxima semana o más tardar a fin de mes", en las puertas de los bancos del "bien-sentar", (los viejos se sientan en el piso porque están de guardia desde las 7 de la mañana, esperando), mientras los siervos han sido vacunados y reciben sus diez mil pesitos y cacho, religiosamente, cada mes, fíjese nomás. Los he visto. Los he increpado. Me han agredido y los he mandado al carajo. Fíjese.

            Las "carreras políticas" existen. No son hereditarias: son fruto del trabajo. Pero se comienza desde poner pasacalles de propaganda, aprender los Documentos Básicos de cada partido, (el que usted elija), ser oficial B, (ve por un café), escuchar a los viejos maestros, aprender tolerancia. Aprender respeto. Aprender a servir.

            No nomás el café: servir a la sociedad.

            De ninguna manera estoy en contra de las "carreras políticas": existen hombres y mujeres cuya función en la vida, en su vida, es la Política. Pero con mayúscula. Lo hacen bien y conozco muchos ejemplos, que me guardo y que escribo para mi próximo libro.

            Estoy en contra de las "carrreritas políticas" que se basan en la ambición: "la ligo de diputado y salgo de pobre", "yo si puedo hacer lo que el otro no pudo", "si Fulanito es Senador yo también puedo", "ora me toca a mí"...

            Los refritos. Así les llamo, con todo respeto a los frijolitos.

            Currículum: "Reina del Carnaval: diputada". "Reina de la Belleza", senadora. "Hijitos de Papá: senadores". "Hija de cacique: alcaldesa". "Ex Alcalde: diputado". "Comunicador mediocre: diputado". "Compadre de la comadre del diputado: regidor". "Chofer del líder del sindicato: síndico". "Hijita del eterno líder de la basura: diputada"...

            Usted se sabe otros ejemplos. No llore. Aguántese.

            Porque usted cometió alguno de dos errores: PRIMERO: no fue a votar porque "está harto de la situación". SEGUNDO: votó a lo tarugo, por un cambio que nos ha destrozado la vida.

            Y cuando acabo de enterarme de que "les dieron permiso a los Estados", ¡que son Autónomos, carajo!, conforme a la Constitución Política de los Estos Unidos Mexicanos, "para comprar vacunas" y que también les dieron permisito a los particulares para comprar vacunas contra el Covid, se me "cae la cara de vergüenza", como dirían los abuelos, de vivir en un País que, en este momento, debe aprender de nuevo a respetarse a sí mismo.

            Los refrititos....

domingo, 31 de enero de 2021

 DESDE EL PORTAL 

"CÓRDOBA DE MIS AMORES"

MARCELA PRADO REVUELTA

            Mi Madre, la Maestra, me ordenó: "Vas a ver a la Directora y le dices que quieres ser la abanderada de la Escuela, porque tienes promedio de 10". Eso me dijo. Me dio el patatús, porque la Directora de la Escuela Primaria "Carlos A. Carrillo", era la señorita profesora Josefina Méndez. Ayyy!. Estaba en quinto año, con la profe Dorita Murillo.

            Aterrada, entré a la Dirección. La Directora escribía a máquina, lentamente, porque ustedes recordarán que sus uñas, pintadas de rojo, eran larguísimas y se atoraban en las teclas.

            -Ajá. Marcela, ¿está bien dicho "aré lo que pude"...

            - ¿Con hache o sin hache?, pregunté.

            -Sin hache...

            - Es correcto, Profesora, porque es un agricultor que "aró su tierra todo lo que pudo", contesté más aterrada aún...

            -Así que quieres ser Abanderada, Marcela...

            - Sí, alcancé a murmurar...

            Fuí abanderada, por supuesto, con traje blanco estilo sastre y recuerdo que la Bandera pesaba una barbaridad y que mis amiguitas eran más altas que yo. Recuerdo.

            Sopetecientos años más tarde, "aré lo que pude".

            Ocurre que Telever, que dirige el Lic. Ignacio Reyna, desde 2008 ordenó iniciar una serie de documentales con el tema "Veracruz rumbo a los 500 Años", que se prolongó más de una década. Tuve el honor de estar en alguno de ellos.

            En este momento, la nueva serie de documentales se llama "Córdoba de mis Amores" y por instrucciones de la Dirección está dirigido por la Lic. Lucy Salcedo Puig, Productora.

            A partir del 31 de enero de este año, los documentales, con el nombre de "Córdoba de mis Amores", saldrán al aire.

            El tema fundamental son Los Tratados de Córdoba. El Bicentenario de aquel documento que selló la Independencia de México.

            Porque recuerdo bien que he repetido, hasta la saciedad, que "México nació en Córdoba", cuando, por primera vez, un documento menciona "una nueva nación" y no "La Nueva España". Y fue firmado por un español peninsular, O'Donojú y un español criollo, Iturbide. Cosas veredes, Mío Cid.

            "Aré lo que pude"...

            Puse en contacto a la Lic. Salcedo Puig con mis amigos y paisanos cordobeses. Les aventé alegremente la pelota del trabajo y me escondí tras la máquina de escribir. Algunas ideas puse en el papel y de algo habrán servido.

            Pero todos mis amigos y paisanos respondieron en grande. No quiero dar nombres, porque son muchos, pero ellos saben. Han trabajado desde finales del año pasado. Estamos en contacto en esos bichos cibernéticos. Me voy enterando de cómo van las cosas. De qué manera todo un equipazo de Telever, dirigido por Salcedo Puig, ha estado en la Córdoba de mis amores, haciendo entrevistas, filmaciones, investigaciones, dando lata, manejando entre la lluvia, buscando locaciones y etcétera, que se lo que significa.

            "Aunque usted no lo crea", conociéndome, me he mantenido en la discreción total, nomás pendiente de cómo va el asunto.

            Doscientos años de la firma del Tratado de Córdoba, como decía mi Maestro y Mentor el Dr. Othón Arróniz.

            Ya he dicho que la entrada del Ejército Trigarante a México es la parafernalia y harina de otro costal.

            Lo importante, en la Historia de México, fueron Los Tratados de Córdoba.

            De la "Córdoba de mis Amores".

            Sí, Directora Josefina: "aré lo que pude".

            "Aré lo que pude"...

            Pero estoy segura de que la cosecha será perfecta y que Córdoba de mis Amores estará, como debe estar, en la primera línea de la Historia de México.

            Lo demás son otras cosas de las que, en este momento, (candidatos cómicos, deportistas, reinitas de belleza, ex - amantes, hijitas de caciques y de basureros, y otras madres), no quiero hablar, ni de las mentiras.

            Tampoco quiero hablar de los más de 155 mil muertos de Covid.

            Hoy sólo quería hablar de la "Córdoba de mis Amores".

            "Aré lo que pude"...

El texto se publicó hoy en el Diario El Mundo de Córdoba, gracias a la gentileza de la Maestra Clementina de la Huerta y la Lic. Mónica Arróniz. El primer documental se transmitió hoy en Telever y se repetirá el próximo martes a las 8 y media de la noche.  


domingo, 13 de mayo de 2018

DIEZ: LA MAESTRA PERFECTA

   Cuando aquella tarde de sábado regresé con una sonrisa de trenza a trenza y le dije a mi Madre mis nefastos propósitos de concursar para Rosa Guadalupana y coronar a la Virgen de Guadalupe el 12 de Diciembre, mi Madre sonrió... 
   Inmediatamente sacó su cinta métrica y me tomó medidas, (era yo una niña grandota y más bien rotunda y crecía que daba miedo), y anotó los metros de tela, satín, tules, encaje de bolillos, "piedrería" y otras maravillas para el traje que luciría en tal fecha, porque estaba segura de que ganaría el concurso, puesto que mi hermana mayor, Raquel, era mi presidenta del Comité y la pequeña Pilar de cuatro años era "vocal"... 
   En esas estábamos cuando apareció, no se cómo, la Maestra: 
   -No puedes ser Rosa Guadalupana porque no sabes leer y tienes que leer la Misa y el Rosario ese día... Y estamos a mediados de octubre. 
   Hice un berrinche de antología y la Maestra me sentó en la mesa del comedor: 
   -Eme a, má, eme e, me, eme i, mí... ¡buaaá!...
   Mi Madre cosía el vestidito y la Maestra me traía frita: 
   -Veamos la lectura...
  Es claro que aprendí a leer y es claro que gané, pero la Maestra no me perdonó una sola tarde de juegos. Todo era la cartilla... 
   Años después, llegué feliz: 
   -Mamá, me seleccionaron para representar a mi salón en el concurso de oratoria... 
   Mi Madre en ese momento, después de felicitarme, se puso a revisar el uniforme que llevaría en ese día y, sobre todo, la maldita corbata azul marino que yo siempre traía echa un tiliche... "Habrá que comprar otra, dijo Mamá"... 
   Y tampoco sé cómo, apareció la Maestra: 
   -¿Y qué tema te dieron?... 
   -Es tema libre, dije, más bien aterrada... 
   -¿Y de qué quieres hablar?
   -De la mujer... 
    La Maestra disimuló una sonrisa y preguntó por qué.. 
   -Porque a las niñas nos tratan mal y la cancha de juegos está fea y la de los niños está muy bien y los baños de niñas son horribles y todo eso... 
   -Bien, dijo la Maestra. Escribe un borrador de dos hojas para que podamos repasar el tema y la voz y ya veremos si puedes... 
   Dos horas después, mientras Mamá terminaba de preparar la cena, la Maestra me pidió el borrador y lo leyó cuidadosamente y, sin saber cómo, me ví elevado cinco centímetros del piso, colgada de la oreja derecha, (que todavía me duele): 
   -¿Tú escribiste esto?
   Síiii 
   -Hoja se escribe con hache... Trae tu cuaderno y escribe hoja doscientas veces... Llegué tarde a la cena. 
  Otros muchos años después, llegué feliz: 
   ¡Mamá!, me voy de viaje. Me tocará escribir los discursos y hacer unos versos para cada país que visitemos. Sólo puedo llevar una maleta para dos meses. Y el neceser chico... 
    Muy bien hija, dijo Mamá. Y comenzó a preparar la maleta, medianita y que no pesara y me enseñó, de nuevo, a doblar la ropa y a repetirme cómo se lavaba por la noche, para que estuviera seca por la mañana y patatín y patatán... 
   Y apareció la Maestra, cuando más feliz estaba, preparando mis "hot- pants" azules y mis botas imitación piel de serpiente... 
   -¿Quién es Torrijos?--- ¿Quién es el presidente de Honduras?.. ¿Cuál es la moneda de Guatemala?.... 
   Ante mi culpable silencio, la Maestra me mandó fuera, esta vez la biblioteca y por las tardes me interrogaba...
   Otros muchos, muchos años después, mi Madre se adelantó en el camino, una aciaga tarde de mi vida, un día en que, otros muchos, muchos, muchos años después, nació mi segundo nieto, dejándome desolada para siempre jamás... 
   Y el mismo día y a la misma hora, también se fue la Maestra... 
   Mi Madre. La mejor Maestra que he tenido en un jardín de niños, una primaria, una prepa, dos carreras profesionales y toda una vida. 
   Y en la figura de mi Madre, Maestra Normalista, rindo tributo a los buenos maestros mexicanos... 
   Diez: la Maestra Perfecta... 
   Y nada más... 





   
  

lunes, 9 de abril de 2018

LA TIENDITA DE LA ESQUINA...

   Quizá usted también se acuerde, -¡tan anciana no estoy!-, de la tiendita de la esquina. Aquella que siempre estaba en una esquina y a la cual los niños corríamos porque a Mamá se le había olvidado un detalle para la comida o por un cuarto de un queso fresco siempre delicioso y otras maravillas de la vida, incluyendo unas estampitas de los álbumes, con fotos de artistas y todo lo demás. 
   Yo me acuerdo. 
   (Luego llegaron las "tiendas de conveniencia", esas que siempre me han parecido el lugar dedicado a la farra, porque hay vinos y licores, chelas, hielitos, papitas, cacacahuates, cigarros, encendedores, galletas, jueguitos, revistas de segunda y algunas otras cosas, incluyendo pagos de tarjetas bancarias y otros servicios y la madre del muerto...) 
   Las tales tienditas fueron muriendo, lentamente, de muerte nada natural. Eran lugares en los que se encontraba de todo y que, en algunos casos, acercándose el fin de quincena, hasta daban crédito a ciertos vecinos "a la palabra": "no se apure, aquí se lo apunto y lo espero el día 15", decían los dueños y permanecieron así hasta la maldita globalización, la "convenienciación", (palabra que me acabo de inventar) y santas pascuas. 
   En algunos casos, algunas de aquellas tienditas de la esquina lograron sobrevivir: empresas familiares que, con trabajo arduo, todos los días de la semana, con horarios largos y hasta en días de fiesta, están abiertas al público. 
   Son lugares en los que los empleados conocen a todos los clientes. Uno puede echar pleito porque no ha llegado el pan que le gusta o porque hoy no hicieron esa salsita de chicharrón de chuparse los dedos o porque no encontró el quesito ranchero para las picadas, hombre, que sin tal queso no sabe nada. Forman parte de la vida cotidiana. Son las pequeñas tienditas que crecieron. Dan factura, pagan impuestos, limpian sus banquetas, se paga con tarjeta o con cheque y hasta tienen servicio a domicilio... 
   Una de las tales tienditas de la esquina está a unas cuadras de "la casa de usted" y me encanta: adornan toda la tienda en las fiestas de guardar: Navidad y Año Nuevo, Los Reyes, el Día del Amor, Día de la Madre, Día del Maestro, Día del Niño, Día del Padre, Día del Compadre, las Fiestas Patrias... Se gastan, por navidades, una millonada en adornar todo el edificio con lucecitas y sacan un cable negro y gigante para poner luces de colores en los arbolitos del camellón... Forman, repito, parte de nuestro barrio... 
   Y como el camellón está limpiecito, ya llegaron... 
   Digo: ya llegaron los "ambulantes" que no deambulan...
   El Gordo Número Uno se instaló con una nevera toda madreada, una mesa de plástico, dos sillas, dos canastas y sus bolsas de plástico... y el olor del pescado que está a pleno sol, por lo cual el Número Uno ya puso una sombrilla de playa... 
  Los perros, animales inteligentes, no se paran por allí porque apesta que es una barbaridad... 
   Pero llegó el Gordo Número Dos. Silla, banquito, pizarrón de anuncio y mesa en que unos trozos de "longaniza y carne ahumada de Chinameca" están expuestos al polvo de la calle y aquí sí andan los perros, indecisos entre el olor de la longaniza reseca y el nauseabundo olor de los pescados de sepa cuándo...
   Si usted creo que me lo invento está equivocado, porque llegó el Flaco Número Uno: ese, listo el chamaco, llegó con sombrilla desde el principio, con una canasta sobre tripié y un cartelón amarillo canario que anuncia, ni modo, "tacos 100% chilangos"... Y a unos dos metros, sobre el mismo camellón, está la Chava Número Dos: esa expende jugo de naranja y no tiene más que una neverita y unos botellines de jugo que quizá sea de naranja, pero no me consta...
   ¡Por supuesto que ni los gordos ni el flaco ni la chava dan facturas!. Tampoco pagan impuestos. Dejan la basurita hecha bolita junto a los árboles que se quedan todos lacios por la impertinencia. No se si estén registrados en Comercio o, de plano, son de los que pagan "derecho de camellón" y quién se mete con ellos, que tan valiente no soy, carajo. 
   Apenas la semana anterior los vecinos de mi calle pagamos para que se llevaran la basura que dejó una señora que instaló un puesto de fritangas en nuestra esquina... Me atreví, ayer, a tomar una foto para hacer una denuncia ciudadana... En cinco minutos, la señora y la chava levantaron el tinglado: neveras, bolsas, refrescos, canasta y dos mesas y apareció, de la nada, un auto amarillo, nuevo, en el cual  acomodaron todo el bastimento y salieron "hechos la raya"... ¡No alcancé a tomar fotos de las placas del auto, lo que me tiene muy enfurruñada!... 
  Aquí el señor marido opina que un día de estos me agreden por andar de metiche. Tiene razón... 
  Pero me es intolerable esto de los "no ambulantes", -aunque usted me dirá que ¡pobres!, es la lucha por la vida y estoy de acuerdo-. Pero no creo que sea correcto que aquellas "tienditas de la esquina" que siempre han cumplido con sus deberes, se vean agredidos por dos bandas: las cadenas de la conveniencia y los "no ambulantes" que se amparan en "la necesidad", quienes, si uno les ofrece trabajo dicen que no, pos'como. "Eso es trabajo, yo quiero que me ayuden"... 
   ¿Y quién carajo nos ayuda a los ciudadanos que sí pagamos impuestos, damos recibos, pagamos el predial, la basura, la tenencia, el agua, la luz y sopetecientos gastos más?... 
   Y al rato regreso, porque ando viendo lo de comprarme el perro gigante... 
   Y nada más...

   

domingo, 18 de marzo de 2018

COOPERACIÓN "PA' LA VIGILANCIA"

   Es viernes y es la hora de la siesta. Bochornoso día. Alguien ataca mi timbre a lo bárbaro. "Los Hunos o los otros", pensé. Al tercer timbrazo salgo hecha una furia, como cualquier persona a quien fastidian en su propia casa a timbrazo limpio... 
   -¿Que desea usted?... 
   -La cooperación "pa' la vigilancia"... 
   -¿De qué corporación es usted?, ¿quién lo contrato?, ¿puede mostrarme sus credenciales de la corporación a la que pertenece?, ¿cómo se llama?... 
   Lo interrogo también a lo bárbaro, pero es inútil...
   El individuo es el modelo "doble nalga", que usted conoce: ese que tiene la pompa trasera natural y, al frente, del esófago hasta el final del cinturón, otra nalga doble. Viste una especie de uniforme que algún día fue azul, pero no estoy segura. Malencarado y prepotente. Lépero de barrio y masca chicle. Y habla golpeadito: 
   "Cooperación pa' la vigilancia". Dígalo usted en tono chilango pero en corriente, (porque hay chilango de catego, no se crea).
   Me dio miedo. 
    Mis vecinos y yo tardamos años y felices días en librarnos de los "veladores" o "vigilantes". Primero del hombre del caballo flaco a quien conocí a principios de los años 70 en el fraccionamiento Reforma y a quien seguí mirando, en el mismo caballo flaco, durante todos los años 80 y 90 ¡hasta el Floresta!. 
   Luego nos libramos del hombre de la bicicleta roja. A finales del año anterior logré librarme de un muchachito también malencarado que llegó a "cobrarme" la cooperación para las cámaras de vigilancia que un grupito de vivales había instalado en mi fraccionamiento, sin las necesarias firmas de los vecinos, porque le juro que no firmé maldita la cosa, cuando leí que teníamos que pagar 900 pesos al mes por la dichosa vigilancia. 
   Ni madres, dije. Me compro un perro guardián o de plano, pido permiso para otra pistola, rifle de postas o lo que sea... ¡Novecientos pesos!. Están perdidos... 
   Pero, por favor que alguien me diga: ¿el individuo que pide la cooperación pa' la vigilancia está, realmente, cobrándome "derecho de piso"?. 
   -¿"Derecho de banqueta"?
   -¿"Derecho a vivir en paz en mi propia casa"?
   -¿Me cobra la cooperación para borrar mi domicilio de la lista de los que pueden ser asaltados?.
  ¿Sencillamente pasan "a ver que pescan" y los incautos vecinos que caen quedan atados para siempre jamás, pagándole a quien no conocen ni saben quién es o si realmente vigila o nomás pasa los viernes a pedir la "cooperacha". 
   -¿Gusta cooperar?... 
   Así dicen los disfrazados de inmigrantes que lo asaltan a uno a la plena luz del día en las esquinas de los semáforos, sucios a propósito, con gorras y ropa vieja y una mochila zarrapastrosa en la espalda, haciendo la seña universal de "un taco", es decir, los dedos juntos dirigidos hacia la boca, como si tuvieran hambre de verdad... 
   ¿Del modelo "doble nalga" y del modelito "inmigrante", quién me defiende?. 
   Y más tarde, ¿quién va a defendernos del policía analfabeto que tendrá derecho a "intervenir" sin orden judicial a su persona o a su domicilio?.. 
   Furiosa, pero también asustada, se me estropeó toda la tarde y el fin de semana. Para consolarme, saqué mis viejos y nuevos libros de Derecho y me puse a repasar "el espíritu de la Ley" pero también me puse a pensar en que, a quienes tienen la obligación de aplicarla, no se les nota el espíritu pero tampoco se les nota que sepan algo de Derecho: pasan de choferes y reinas de baile a diputados, senadores, jueces, magistrados, notarios, alcaldes y cosas peores sin tocar baranda, como Cantinflas diría... 
   Y luego le cuento, porque en este momento me largo a echar pleito a dos individuos que, en domingo, están instalando fibra óptica, según me dijeron y acaban de masacrar una rama de mi almendro, al que cuido con amor hace veinte años... 
   Y sí: también voy a buscarme un perro pero grande... 
   Y nada más...    





jueves, 8 de marzo de 2018

CAMBIADOR DE PAÑALES...

   Supe que había hecho algo medio bien, (como madre, que nunca fui madre abnegada y tuve todos los defectos del mundo, en un papel que me quedó grande), un día en que, en un restaurante de la ciudad de México, mi hijo Arturo, con su pequeño bebé en los brazos,  mi nieto mayor, regresó a la mesa y dijo:
   -Madre. Pide una hoja de quejas. Me han discriminado... 
   Yo de inmediato corté cartucho, desenvainé la espada y, con la siniestra, empuñé la vizcaína, -esa corta y mortal daga toledana-, y pregunté:
   -¿Qué pasó?... 
   -No hay cambiador de pañales en el baño de hombres... 
   -¡Ay, carajo!. Eso es grave dije...
   Es claro que llenamos la hoja de quejas, la entregamos en la gerencia y armamos un buen tango... Pero en este país las quejas de los ciudadanos valen una pura y dos con sal, o séase, nada. No hemos regresado al tal restaurante discriminativo y nunca me enteré si, finalmente,  habían puesto cambiador de pañales en el baño de hombres. No sé. 
   Pero esto no es una broma ni una simple historia, verídica. 
   Es la realidad que vivimos las mujeres... 
  Porque a las mujercitas nos ponen el en baño cambiador de pañales y muchos espejitos, "Espejito, espejito, quién es la más bonita del mundo...". Y ponen expendedor de pañales, toallas sanitarias, jaboncitos, frasquitos de perfume, por si las moscas, y otras cuestiones que no quiero saber. En los baños, donde, si es cosa de mucho postín, está una mujer con cara de amargura atenta a proporcionarnos, a nosotras, las otras, las afortunadas, pañuelitos y todo lo que nos haga falta... Mujeres.. 
   Pero hoy, que es el Día de la Mujer, yo no me felicito ni felicito a las demás mujeres. Me sigo haciendo responsable y las hago responsables de la mitad de la culpa de que las mujeres sigamos siendo objeto de discriminación en todos los órdenes de nuestro sistema social: en el hogar, el trabajo, la escuela, la política, la administración pública, las empresas, los bancos, talleres y otras madres. 
   En todos lados. 
   En el ámbito político, por ejemplo, a diputadas, senadoras, primeras damas y otros cargos, a las mujeres les compete "la parte bonita": 
   A usted, señorita delegada de patatín, le toca repartir estufitas, despensas, sillitas de ruedas, llevar módulos de atención médica a las pobrecitas de la "coloña" o de la montaña, que las dos llevan eñe, checar las tarjetitas rosas o moradas o de cualquier otro color, tomarse la foto y luego guardar el diario en la Egoteca (la mía es gigante, lo confieso). 
   Eso le toca. 
   Porque las comisiones en que se discuten los grandes temas que competen a los ciudadanos de este País, que se nos está yendo de las manos, es "cuestión de hombres": las grandes comisiones de leyes, presupuestos, derecho nacional o internacional, educación, cultura y otros temas, son para que los discutan los niños, no las niñas, que ellas están bien allí, dedicadas a esa "parte bonita" de la función pública, fíjese que suave como aquel cómico de otros tiempos... 
   Y eso, señoras, lo repito, lo seguiré repitiendo: eso es cuestión de Educación. En la casa y en la escuela. 
   Pero sobre todo, en casa: por eso es que la mitad de la culpa es nuestra. 
   Siga usted criando machitos mexicanos: 
  -Tu hermanito no puede lavar los platos porque es hombre... 
   -Sírvele a tu hermanito... 
   -Eso es cosa de niños... 
   Siga usted criando a las futuras mujeres oprimidas, dedicadas al servicio:  
   -Esta muñequita hace pipí para que aprendas a cambiar pañales 
   -Mira la estufita! Se prende como de verdad! 
   -Con esto puedes hacer aretitos, moños y collares 
   -¿Qué te parece el jueguito de té princesita?... 
   No es cuento. Es la realidad. 
   Por eso es que hoy, Día de la Mujer, en que se recuerda la lucha iniciada en 1911 por las mujeres de Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, no me felicito: me hago el propósito de continuar una batalla que tiene 106 años y que aún no hemos ganado... 
   Yo no quiero ser igual a los hombres, ¡la vida no tendría ningún chiste, carajo!... 
   No. Lo que yo y otras miles de mujeres quisiéramos es lo que se llama EQUIDAD: es decir, la justicia natural. 
   Pero está en japonésido explicarle a la niña que juega con la estufita, que usted le regaló, que tiene capacidad para hacer mil cosas más, diferentes a servir la comidita... 
   Y luego le sigo, porque aún no termino de poner el nuevo piso de la recámara de mis nietos... 
   Y nada más... 

   


    

 SAN VALENTÍN, EL ENAMORADO              Yo quería escribir toda suave y modosita sobre San Valentín y contar su enamoramiento de la hija de...